«Sin estudiar enferma el alma»

Madrid, 1981

Fundamos la Residencia de Estudiantes EASO en la última planta de un edificio de la Gran Vía madrileña.

🏡  Uno de nuestros requisitos era que la residencia estuviese ubicada en el centro de la ciudad.

Cerca de los bares, museos, parques, universidades… para que los y las estudiantes no perdiesen tiempo ni dinero en transportarse y pudiesen aprovechar su tiempo al máximo.

Fue un éxito 👏🏾

👩🏾‍💻👨🏽‍🎓👩🏼‍🏫👩🏿‍🔬  Aunque en el comedor escuchabas siempre una mezcla de idiomas (francés, inglés, portugués, alemán, italiano, chino, etc.), eso nunca suponía un problema.

Todos/as se integraban rápido y la familia multicultural no paraba de crecer.

En aquel momento, ofrecíamos pensión completa (desayunos, comidas y cenas), para que los y las estudiantes tuviesen resueltas las cuestiones domésticas básicas y pudiesen centrarse en sus estudios.

💡  Pero pronto nos dimos cuenta de que su objetivo al salir a estudiar fuera no era solo formarse en materias universitarias…

… sino también madurar, aprender a ser autosuficientes y sentirse libres 🕊️

Todos nacemos con alas, pero es nuestra tarea aprender a volar.

🤝🏾 Por ello, pronto decidimos cambiar todo nuestro sistema y diseñar uno nuevo que potenciara la libertad y responsabilidad individual.

Desde entonces, las personas que viven en nuestras residencias toman las riendas de su vida y el control de su tiempo, pero siempre cumpliendo las normas básicas de convivencia y respetando a los demás. Se organizan como quieren y comen y cenan cuando deciden. 🤸🏻‍♀️

Nuestros/as estudiantes hacen su vida sin perjudicar al resto.

Acertamos.

Ahora siguen siendo una familia unida e integrada, pero cada persona es independiente, toma sus propias decisiones y crece a su ritmo.” 👩🏾‍🎓

A partir de ese momento, reconvertimos nuestras residencias de Gran Vía y fundamos otras en Ópera y en Sol.